Ceferino González, 14 de julio de 2016

Allá por febrero de este año, una «caseta» de l’Olleria sufría un «robo» como tantas y tantas casetas de la zona.  En esa ocasión desapareció también  «Tara», una perra Pastor Alemán, cuyo único delito era vivir en la «caseta».

Los efectos robados pasaron a segundo plano cuando los dueños, no daban encontrado al animal.  Conforme pasaban las horas aumentaba la ansiedad, las horas se convirtieron en días (lluviosos en aquel febrero), y la ansiedad se convertía en angustia,  hecho que sólo pueden comprender aquellos que tratan a sus animales como a uno más de la familia.

Los días se convirtieron en meses, con esa permanente sensación de la suerte que correría Tara. Cuando se vive una situación como está, son muchas las preguntas sin respuesta las que se repiten constantemente en la cabeza.  Sólo la pena y la tristeza son capaces de mitigar tantos momentos de incertidumbre.

Pero llegaba el 25 de mayo y cuando la familia seguía perdiendo la esperanza,  una llamada de telefono transformaba todo el dolor acumulado, en una sensación de éxtasis, gritos y lagrimas de emoción.  Al aparato la Policia Local de Ribaroja preguntando por el dueño cuyos datos figuraban en el chip de una perra pastor alemán.  Tara en cuestión permanecía en un centro de animales de Cheste.  Llegados allí, no hizo falta acreditar nada.  El estallido de felicidad de Tara corriendo hacia su dueño, delataba el final de una pesadilla de cuatro meses.

Esta es una angustiosa historia con final feliz, que le podrán contar a todos aquellos, que no entiendan la finalidad de ponerle un chip a sus mascotas.  Ya que fué el propio chip la única posibilidad que propició este reencuentro.

En su día en el Portal nos hicimos eco de la noticia (como toca), no les puedo describir la maravillosa sensación de recrearse en una noticia como esta, por que no puede haber algo tan saludable dentro del mundo de la comunicación, que ser portador de buenas noticias y finales felices.

Los datos han sido aportados por la dueña de Tara, y aunque ya pasó más de un mes, no quería  dejar pasar más tiempo, sin agradecer en nombre de los suyos,  todo el apoyo que recibió en su día por parte de todas las personas, que se solidarizaron con ella e incluso participaron en la búsqueda, además de hacer participes a todos, de este final y de que la felicidad volvió a su familia.

Noticia relacionada:  Perra robada en una caseta de l’Olleria  10/2/2016