Eva y Fun Jazz son un cuarteto de voz, piano, contrabajo y batería. Su proyecto actual,  basado en temas clásicos del repertorio de Ella Fitzgerald,  nos traen recuerdos en blanco y negro de la época dorada del jazz. Además de la cantante de L’Olleria, Eva, el resto de componentes son de poblaciones cercanas,   Adolfo García (piano) de Xàtiva,  Remigi Roca (contrabaix) de la Pobla LLarga,  y Pep Soler (bateria) de Albaida. Juntos forman un grupo atípico que apuesta tanto por la calidad ejecución de sus «piezas», como por una fidelidad de sonido dentro del complejo mundo del Jazz.

A continuación reproducimos el artículo publicado por Diari de Girona,  por su última actuación en los Jardines de Santa Clotilde en Lloret del Mar.

Carlos Arbó – Diari de Girona

 Al atardecer del sábado pasado cerca de un centenar y medio de personas se sentaban en las sillas de tijera, colocadas en una de las rampas de arenal de los Jardines de Santa Clotilde de Lloret de Mar. Se habían reunido en este paraje íntimo y cautivador para escuchar un concierto de jazz.
Eva y Fun Jazz, un cuarteto formado por cantante, piano, contrabajo y batería, ofreció un repertorio de canciones que la Ella Fitzgerald, una de las voces femeninas más eminentes de este género musical de origen afroamericano, había popularizado a lo largo de su dilatada vida. Una plataforma de madera sin adornos elevaba unos palmos del suelo para formar un escenario enmarcado entre dos tilos imponentes que se levantaban engarzados para confluir en alto en una arcada de ramaje sarmentós. Ambos árboles configuraban un pórtico de vegetación que, a medida que el sol se escondía y las sombras de la noche invadían el cielo, parecía a un decorado selvático, imaginario y mágico.

Eva, con voz casi de soprano, fue capaz de imitar la prodigiosa Ella, para deleitar a los asistentes con una serie de temas que hicieron latir de emoción los corazones más sensibles. Aunque es inimitable la técnica particular de canto de Ella, llamada scat singing, que le permitía utilizar la voz como si fuera un instrumento musical, Eva suplir esta carencia con pasión y energía. Su voz potente, clara y transparente se elevaba por encima de los altavoces que, al captar los sonidos de sus compañeros, sobrepasaban los decibelios recomendables por culpa de los técnicos de sonido. En mi opinión, sin embargo, faltaba un saxo para realzar alguna composición.

A pesar de estos detalles, el recuerdo de la cantante estadounidense vestida de negro olvidaba rápidamente al contemplar el vestido de una pieza sin mangas de un rojo vivo que llevaba la chica de L’Olleria, municipio de la comarca de la Vall d’Albaida. El recital finalizó en un bis con Georgia on my mind, una canción original de Ray Charles, convertida en el himno del Estado estadounidense de Georgia.

En definitiva, la hora y media de música como tributo por Ella Fitzgerald pasó como un suspiro entre los lugareños y visitantes que abandonaron el recinto fascinados por la magnificencia de los jardines y de su idoneidad para acoger espectáculos de este tipo. Los comentarios de los asistentes iban en este sentido. La crónica de la audición quedaría incompleta sin rendir un tributo merecido a unos jardines únicos, de enorme belleza y de un impacto visual sorprendente que emana de un verde intenso del follaje y de un azul del mar inmenso. Como es posible que mucha gente del pueblo no esté enterada de la existencia de este lugar paradisíaco?