Noche memorable para los fieles atléticos que superan con éxito su capacidad cardiaca.

Fiel al estilo de su equipo, la Peña Atlética de L’Olleria (fundada en 2006), estalló el sábado de alegría, con sufrimiento, suspense y agonía.  A diferencia de otros equipos que resuelven una liga con holgura o autoridad, el Atlético de Madrid además de añadir incertidumbre en las tres últimas jornadas ligueras, puso a prueba los corazones de sus aficionados en los últimos 90 minutos.

Seguramente los atléticos estarán acostumbrados a este tipo de situaciones: en casa del rival,  perdiendo sus principales baluartes (Diego Costa y Arda Turan), encajando el primer gol en la primera aproximación del rival, y sin embargo el “Gary Cooper” de la liga, en un acto de fé y coraje,  se hizo con su décima liga.

Precisamente lo que provoca este estallido de alegría en la Peña Atlética, no es la Liga en sí, son esos noventa minutos memorables cargados de tensión. La Liga ya no es cosa de dos,… hay otras formas de ganar una Liga.

La otra cara de la moneda, estaba en la sede de la Peña Barcelonista, acostumbrada últimamente a celebrarlo todo,   les ha tocado esta temporada, sufrir la decepción en todas sus dimensiones.  Incluso el último rayo de esperanza que se les presentó,  ganar una liga que daban por perdida se convirtió en un acto de crueldad, que invita a olvidar cuanto antes esta temporada.